Blog de Anabel Cruz::: El Consejo Canadiense para la Cooperación Internacional (CCIC – www.ccic.ca),  el espacio colectivo de las ONG de cooperación de Canadá, realizó hace pocos días (del 22 al 24 de mayo) su asamblea anual, la que estuvo en gran parte marcada por el debate sobre el futuro de la cooperación, dado el reciente anuncio de la fusión de la Agencia Canadiense de Cooperación Internacional (CIDA) con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional. Participar en la asamblea anual del CCIC  fue una enriquecedora experiencia.

El debate de todos los temas fue alentador, tanto en el Foro Anual (con un excelente posicionamiento de Michael Edwards,  ex Director de Programas de la Fundación Ford) como en la discusión de un tema central en el trabajo del CCIC: su código de conducta.

El CCIC fue de las primeras redes de organizaciones de la sociedad civil en el mundo en adoptar un código de ética y de estándares operativos. Este código ha sido referido como modelo por redes y asociaciones nacionales en el mundo Árabe, en Asia, en América Latina y en Europa. Su aprobación en 1995, y sus posteriores actualizaciones en 2004 y 2009 (con la inclusión del trabajo y alianza con organizaciones del sur y de una guía de estándares operativos, respectivamente) revelaron el compromiso de los socios del CCIC en avanzar en prácticas de transparencia y rendición de cuentas. El código, al que deben adherir las organizaciones al asociarse, incluye principios generales, organizacionales y de desarrollo, así como estándares operativos. El estándar número 8 trata del cumplimiento del código y las formas de verificación de ese cumplimiento, básicamente mediante la autoevaluación y la autoverificación. Los nuevos socios tienen un plazo de 3 años para informar al CCIC de su estado de avance de cumplimiento con el código.

Según las cifras que presentara el secretariado del CCIC, a febrero de 2013, solamente el 32% de los socios de CCIC habían verificado su cumplimiento con el código, mientras que un 26% tenía un atraso de un año y el 79% no había cumplido con la meta. Los nuevos socios tenían entre uno y dos años de atraso en la presentación del informe de cumplimiento.

Pero…. ¿qué ha pasado entonces en estos 18 años? ¿Por qué es tan bajo el nivel de verificación del cumplimiento del código? ¿Qué opinan las organizaciones de este instrumento? Estas son algunas de las preguntas que acertadamente se planteó el CCIC, y para las que buscó contestaciones con una amplia consulta con sus socios.

En las respuestas, se percibe el código de ética como un fuerte identificador del sector, pero el tema del proceso de verificación de su cumplimiento mereció opiniones a veces encontradas. Las demandas del entorno, otras urgencias y prioridades institucionales o que el proceso implica mucho tiempo, son algunos de los desafíos que las organizaciones socias del CCIC consideran que la verificación del cumplimiento tiene que enfrentar. En la consulta, las organizaciones sugirieron diferentes opciones para mejorar el proceso, que van desde mantener la autoevaluación, a implementar la revisión por organizaciones pares, promover y celebrar el cumplimiento o incluso crear un proceso de certificación del código, o bien propio o bien en alianza con otras redes del sector.

La preocupación más importante para las organizaciones socias de CCIC es que el código no se convierta en letra muerta, y que se renueve y se fortalezca como una herramienta y metodología útil para la transparencia y rendición cuentas tanto individual como del espacio colectivo.

Ver texto completo del código de ética del CCIC>>

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