Estrategias de la sociedad civil

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Blog de Daniel Barragán ::: Cómo afrontar la brecha en programas educativos para la gestión de organizaciones no gubernamentales en transparencia y rendición de cuentas. 

Hace más de un año, junto con Susan Appe de la Universidad de Binghampton, empezamos a plantearnos un trabajo de investigación que explorara cómo las organizaciones de sociedad civil en Ecuador superan la falta de programas de formación en gestión de organizaciones sin fines de lucro y, en particular, de contenidos curriculares relacionados con transparencia y rendición de cuentas.

Veíamos importante reflexionar sobre este tema considerando que tradicionalmente las organizaciones no gubernamentales (ONG) en América Latina, y en Ecuador en particular, han tenido un rol relevante en la provisión de bienes y servicios públicos; también un rol  de defensa de derechos y de accionar en pro del bien público. Y justamente este rol de gestor de lo público desde un ámbito no estatal demanda un manejo profesional, transparente y ético por parte de las organizaciones, y una responsabilidad de dar cuenta a la sociedad de lo actuado. Sin embargo, veíamos también que en América Latina a pesar que existe demanda de programas educativos en gestión de ONG, existe una limitada oferta de programas formales, y más limitado aún es su contenido curricular en asuntos relacionados a la transparencia y rendición de cuentas, como sucede en el caso de Ecuador.

En el transcurso de varios meses nos dedicamos a recopilar y analizar diversos datos, documentos e información que nos permita articular un trabajo que sume el contenido académico (literatura) y la práctica (el caso de Ecuador). El resultado final fue un artículo publicado en el Journal for Public Affairs Education, y sobre el que volvimos a trabajar para presentar algunos insumos y hallazgos en el XIX Congreso del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) que se realizó en Quito, Ecuador, del 11 al 14 de noviembre.

Con la coyuntura del congreso del CLAD, vale la pena compartir algunos elementos que, por distintas situaciones, permitieron poner en la agenda de las organizaciones de sociedad civil la necesidad de capacitarse y fortalecerse en temas de transparencia y rendición de cuentas.

A manera de antecedente, consideramos que el trabajo desarrollado es un caso interesante desde la perspectiva de la educación en gestión de ONG, por dos factores principales:

  1. Los programas de formación en gestión de entidades sin fines de lucro no están en la oferta académica local, y en particular programas que aborden la transparencia y rendición de cuentas, como ya señalé; y

  1. El proceso continuo de reforma de la legislación que regula a las organizaciones de sociedad civil, implementado por el gobierno de Ecuador desde el año 2008, con las que ha buscado, entre otras cosas, mejorar la transparencia y rendición de cuentas del sector social organizado a través de la creación de registros o el establecimiento de un proceso de acreditación para la recepción de fondos públicos.

Adicionalmente, estos requerimientos y demandas de mayor transparencia y rendición de cuentas en las organizaciones de sociedad civil no son exclusivos de Ecuador, y no responden únicamente a la implementación de marcos regulatorios sino también a otros factores como el crecimiento del sector no lucrativo que trae consigo una mayor competencia por fondos -cada vez más reducidos- o a la responsabilidad que trae consigo el rol de incidencia de la organizaciones en procesos de políticas públicas y por el poder con que llegan a influirlas.

Frente a esta demanda de transparentar el accionar, la respuesta en varios países y regiones ha incluido la generación de estándares de autorregulación de manera voluntaria o de una suerte de auditorías externas, realizadas por un tercero ( Charity Navigator, USA; Fundación Lealtad, España); que verifican el nivel de transparencia en la gestión de las organizaciones.

En este contexto identificamos tres estrategias implementadas por líderes sociales para generar capacidades frente a las demandas del contexto. Vale mencionar también, que como antecedente para el planteamiento y articulación entre las estrategias, partimos de un supuesto de la teoría de movimientos sociales, que señala que cuando las organizaciones se sienten amenazadas o en un ambiente no habilitante se propicia la conformación de coaliciones.

  1. Conformación de una instancia colectiva

A raíz de la reforma del marco regulatorio para las organizaciones de la sociedad civil (OSC) en 2008, varias organizaciones empezaron a reunirse para debatir sobre el papel de la sociedad civil, la regulación del sector y cómo promover y mejorar la transparencia y rendición de cuentas dentro del sector.

Este proceso derivo en el nacimiento de una red informal llamada Colectivo de OSC, que empezó a promover oportunidades para desarrollar en el sector una mayor transparencia y rendición de cuentas. En este marco se vio necesario avanzar en procesos de autorregulación, pero también de generación de información y de fortalecimiento de capacidades. El Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental (CEDA),  uno de los miembros del Colectivo, empezó a liderar el trabajo en estos dos últimos ámbitos.

Posteriormente, el proceso fue madurando y en 2013 el Colectivo se formaliza como Confederación Ecuatoriana de Organizaciones de la Sociedad Civil.

  1. Generación de conocimiento sobre las ONG por las propias ONG

Como señalamos, el proceso regulatorio motivó el interés de avanzar en conocimientos y prácticas sobre transparencia y rendición de cuentas. Esta motivación generada permitió a las organizaciones reflexionar sobre cómo mejorar su propia transparencia y rendición de cuentas, y también analizar cómo hacerlo como sector.

En este proceso de reflexión uno de los retos fue contar con información y conocimientos sobre la sociedad civil, y si bien en Ecuador se había generado diversa información al respecto, existía una brecha en la información disponible sobre transparencia y rendición de cuentas de las organizaciones de forma particular.  Esta brecha generó una demanda de información a la que tanto el Colectivo de OSC como el CEDA respondieron generando varios documentos.

El Colectivo generó dos documentos de posición que permitieron articular y trasmitir una visión con respecto a la sociedad civil en el Ecuador: en 2009 se difundió “Aportes Ciudadanos a la Regulaciones de las Organizaciones de Sociedad Civil del Ecuador” y en 2011 un “Manifiesto” que circuló en 2 de los mayores diarios del país.

De forma paralela tanto el Colectivo de OSC como CEDA impulsaron 2 procesos de investigación que permitirían recoger información del sector y detectar necesidades de fortalecimiento de capacidades, en particular relacionadas con transparencia y rendición de cuentas.

CEDA desarrolló una investigación sobre el Estado de la transparencia y la rendición de cuentas en las ONG de Ecuador, como un esfuerzo para abordar la generación de información sobre el tema, desde las percepciones de distintos actores (agencias donantes, beneficiarios, gobiernos y las propias ONG).  Esta investigación fue clave para mapear las prácticas existentes en las organizaciones, para demostrar que sí existen buenas prácticas, aunque implementadas de forma aislada, y también para mostrar que la integración de la transparencia y rendición de cuentas es parte de un proceso de aprendizaje continuo.  Otro resultado de la investigación, y que es más relevante para este análisis, fue la identificación de necesidades de capación existentes y en base a ello generar contenido curricular para cursos de capacitación. La investigación completa se la puede revisar en el documento Situación de la Transparencia y la Rendición de Cuentas en las Organizaciones No Gubernamentales de Ecuador.

Por su parte el Colectivo de OSC impulsó la generación colectiva de información sobre rendición de cuentas, prácticas de gestión e impacto programático de las organizaciones. Esta iniciativa se desarrolló en articulación al proceso regional “ Rendir Cuentas”.

En 2011 se publicó un primer “ Informe de Rendición Colectiva de Cuentas 2010” con la participación de 37 organizaciones, y posteriormente se realizó un segundo ejercicio en 2012 que generó el “ Informe de Rendición de Cuentas 2011”, esta vez con la agregación de 102 organizaciones.

  1. Desarrollo de cursos de capacitación por las propias ONG

Una revisión rápida de la oferta universitaria da cuenta que en Ecuador no existen oportunidades de formación  y entrenamiento a los gestores de las ONG, salvo poquísimas excepciones a través de cursos abiertos, con contenidos desactualizados y poco útiles en el contexto actual; sin embargo existe una demanda de formación. Esta brecha, sumada  a los resultados de las investigaciones realizadas motivaron la planificación y ejecución de procesos de capacitación liderados por las propias organizaciones, por supuesto en alianza con otros actores sociales y de la academia.

De forma puntal abordamos el análisis de dos cursos sobre transparencia y rendición de cuentas:

  • Conceptos y mecanismos para la transparencia y rendición de cuentas. Este fue un curso virtual que CEDA desarrolló conjuntamente con el Instituto de Comunicación y Desarrollo (ICD) de Uruguay. El curso abordó el marco teórico de la transparencia, algunas experiencias en América Latina y buenas prácticas de transparencia y rendición de cuentas.

Durante tres meses, 42 participantes cursaron 7 módulos que incluyeron charlas, bibliografía obligatoria y otra recomendada y ejercicios enfocados en la reflexión y evaluación de experiencias propias.

Al finalizar el curso CEDA aplicó encuestas de satisfacción del servicio a los participantes, que permitieron retroalimentar las necesidades de capacitación y justificar la necesidad de realizar un siguiente curso.

  • Herramientas para la transparencia y rendición de cuentas. El curso se realizó en alianza con la Facultad de Ciencias Sociales (FLACSO), y de forma presencial se abordaron 6 módulos con herramientas concretas para las organizaciones (política de transparencia; marco legal; herramientas para el monitoreo y evaluación de impacto; modelo de gestión en responsabilidad social; comunicación para la transparencia; y diálogo intersectorial), que permitieron profundizar conocimientos y habilidades.

En ambos casos los cursos dieron respuesta a la demanda existente y fueron evaluados muy positivamente por los participantes.

ALGUNAS REFLEXIONES FINALES

De forma general podemos afirmar que un cambio en el contexto en el que las organizaciones se desenvuelven, pueden generar amenazas, pero también puede ser visto como una oportunidad.  Las estrategias que analizamos no fueron previstas y planificadas, éstas fueron dándose de forma un tanto espontánea como respuesta a ese cambio en el contexto (reforma normativa); sin embargo a la luz del análisis desde la perspectiva de la formación y profesionalización de los gestores de las organizaciones podemos articularlas de forma secuencial.

Por otra parte, el tratamiento de temas tan particulares y nuevos como este en el país requiere partir del conocimiento del sector: ¿cómo están las organizaciones?  Así, la producción de conocimiento fue fundamental para recoger datos y detectar las necesidades de capacitación en ONG, en particular en temas de transparencia y rendición de cuentas.

Si bien las investigaciones fundamentaron diversas acciones en la instancia colectiva, benefició sobre todo el desarrollo de iniciativas de capacitación. Los resultados fueron clave para informar y fundamentar los currículos de los cursos. Ahora bien, los cursos fueron promovidos desde sociedad civil, lo cual refleja de cierta manera una brecha en la oferta académica del país que ha tenido que ser solventada desde la misma sociedad civil.

En este caso, un factor clave para llevar adelante los procesos de capacitación fue la generación de alianzas. La experiencia temática y académica de socios como el ICD y FLACSO fue fundamental para el avance exitoso de los procesos de capacitación.

Finalmente, habiendo transcurrido un par de años luego de ocurrida la experiencia analizada, vemos que aún existe una brecha en la producción de conocimiento del sector y en la oferta de formación, a la par que el debate de la transparencia y rendición de cuentas sigue vigente. Mirando ambos aspectos podemos afirmar que aún no se ha logrado influenciar la oferta académica y de forma general, el interés de las universidades en el sector no lucrativo, no sólo desde la perspectiva de satisfacer una demanda de formación, sino también de mirar las potencialidades para generar investigación y acciones conjuntas que nazcan desde la universidad. Queda entonces una oportunidad que las universidades podrían aprovechar.