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Anabel Cruz (Instituto Comunicación y Desarrollo)
2 de diciembre de 2021
Durante el 2021, las organizaciones socias de Rendir Cuentas desplegaron un amplio conjunto de actividades de promoción e implementación del Estándar Global para la rendición de cuentas de las OSC. A los trabajos nacionales y locales desarrollados en Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, República Dominicana y Uruguay, se unieron acciones de carácter regional, pero también otras que buscaron incidir en espacios globales.
Al tiempo que el año 2021 llega a su fin, es importante reflexionar sobre los logros alcanzados, los obstáculos que hemos enfrentado y los aprendizajes que nos deja este enriquecedor proceso. Fue un año difícil y de arduo trabajo, un segundo año de renovados desafíos ocasionados por la pandemia del covid-19, en el que existieron restricciones para el espacio cívico en varios países de la región. En este marco de complejidad, nuestra red regional ha intentado más que nunca escuchar a un amplio conjunto de interlocutores y garantizar una retroalimentación adecuada. Hemos podido comprobar con inmensa satisfacción la importante apropiación de nuestra membresía en torno a los principios y herramientas de Rendir Cuentas, incluyendo el Estándar Global.
En cada una de las actividades, hemos intentado profundizar en la aplicación práctica de la rendición de cuentas como el hecho de explicar, asumir la responsabilidad y escuchar las opiniones de los demás acerca de cómo estamos cumpliendo nuestros compromisos, para luego aportar cambios y mejoras basados en lo que hemos aprendido y escuchado. La retroalimentación (feedback) recogida han sido opiniones de todo tipo, inquietudes o sugerencias, que Rendir Cuentas o nuestras organizaciones socias hemos recibido con respecto a nuestras actividades, nuestros proyectos, el valor de nuestras herramientas, el uso de los recursos, las características de nuestra gobernanza, o el impacto de nuestras acciones, entre otros temas. En todos los casos, hemos escuchado atentamente, y ya hemos comenzado a incorporar cambios con base en lo que nos han dicho, tanto participantes de instancias de capacitación, como quienes usan nuestras herramientas, y también decisores y donantes en distintos países.
En 2021, las organizaciones socias de Rendir Cuentas, con el apoyo de la Coordinación Regional de la Red, promovieron sendos cursos de capacitación, cubriendo los compromisos del Estándar Global, su implementación práctica y cómo transitar hacia el fortalecimiento institucional a partir de procesos de rendición de cuentas. RACI desarrolló un curso virtual para OSC de Argentina, Alianza ONG lo hizo para organizaciones de República Dominicana, y el Grupo Propuesta Ciudadana de Perú convocó representantes de 15 países para un curso regional de fortalecimiento de OSC organizado por Innovación para el Cambio (I4C). También llevamos adelante jornadas de capacitación para organizaciones de la región de América Central y respondimos a invitaciones de instituciones académicas como la Universidad de Buenos Aires.
Cientos de organizaciones asistieron a nuestras jornadas de formación, las que fueron de distinta duración, alcance y profundidad. En todos los casos, indagamos sobre experiencias anteriores de los y las participantes, para apoyar una reflexión crítica en temas de rendición de cuentas. Y escuchamos con atención propuestas de futuro que los distintos grupos avizoran para mejorar las prácticas de sus organizaciones. Comprobamos la importancia de generar y mantener espacios de carácter permanente para nuevas generaciones de profesionales y activistas que llegan a las organizaciones de la sociedad civil, o para quienes ya están vinculados desde hace tiempo, pero consideran imprescindible poder reflexionar sobre cómo mejorar sus propias prácticas individuales y colectivas, sin dar lugar a la autocomplacencia. La capacitación no es un fin en sí mismo, sino apenas un medio para lograr el objetivo de fortalecer el desarrollo de las capacidades de la organización y su incorporación en la voz colectiva.
La demanda de contar con instancias de intercambio y de aprendizaje de carácter más permanente y de amplia cobertura nos llevó a explorar la posibilidad de brindar espacios de formación abiertos, continuos y de carácter masivo. Así, el primer curso autoguiado de rendición de cuentas de la sociedad civil ya está disponible en el Aula Virtual de Rendir Cuentas y las inscripciones ya están abiertas (www.rendircuentas.org). Se trata de una propuesta innovadora que se propone comenzar a de responder a las sugerencias que hemos recibido de distintas audiencias de la región. Y sobre la que esperamos recoger nueva retroalimentación para perfeccionarla e incorporar cambios que la hagan más relevante.
Rendir Cuentas ha generado varias herramientas para facilitar la autoevaluación de las organizaciones en relación con los 12 compromisos del Estándar Global, y con el objetivo principal de ayudar a identificar las áreas de mejora. La aplicación RendirApp es una de ellas: partió de un ejercicio de cocreación de socios de Rendir Cuentas en América Latina, se amplió con la cooperación con AGNA CIVICUS y la red BCSDN de los Balcanes, y hoy es un instrumento de acceso global, disponible en dos versiones y en cuatro idiomas y que ya ha sido usado por más de 800 organizaciones de todo el mundo.
En 2021, se buscó escuchar las voces de quienes habían usado RendirApp, para así definir cambios o mejoras y continuar potenciando la experiencia. Una encuesta entre todas las personas y organizaciones que habían aplicado RendirApp, y grupos focales para generar un intercambio en profundidad en torno a los cambios y sugerencias de mejoras planteadas fueron algunos de los hitos en términos de la recolección de retroalimentación. La recomendación de incorporar un modelo o plantilla de plan de mejoras que ayude a las organizaciones a diseñar y priorizar los cambios a instrumentar a partir de los resultados del ejercicio está ya disponible. Otras interesantes propuestas, como un material audiovisual inicial que presente las diversas posibilidades de aplicación de la herramienta y sus utilidades, estarán en línea muy pronto. El trabajo con los desarrolladores de la aplicación para incorporar los cambios está resultando un verdadero desafío y ha tomado más tiempo del previsto originalmente, pero se espera lanzar, a principios del 2022, una nueva versión de RendirApp actualizada y mejorada. Por otra parte, Grupo Faro de Ecuador ha estado trabajando en una nueva herramienta para organizaciones con menor grado de institucionalización y recientemente ha realizado una amplia consulta a distintas partes interesadas. En un Laboratorio regional de innovación se trabajó en el diseño del prototipo de nueva herramienta, donde se recopilaron importantes sugerencias y retroalimentación que Grupo Faro está procesando para lanzar una versión piloto en las próximas semanas.
También herramientas como la rendición colectiva han sido mejoradas: en Bolivia, UNITAS ha podido avanzar en la confección de un informe de rendición colectiva de cuentas, en elque ha incorporado este año una mirada a través del Estándar Global y sus 12 compromisos.
En varios países y a nivel regional y global, Rendir Cuentas ha mantenido conversaciones con personas representantes del gobierno nacional, de gobiernos locales, con organismos multilaterales y con agencias y ONG de cooperación internacional.
Varios ejemplos demuestran un camino de muchas posibilidades. En Perú, el Grupo Propuesta Ciudadana convocó a una decena de representantes de embajadas y de ONG de cooperación (de Suecia, España, EEUU, Alemania y Suiza), para reflexionar sobre el Estándar Global como nuevo paradigma en la rendición de cuentas: las preguntas y comentarios recibidos fueron muy interesantes. En Colombia, el Estándar Global ha seguido ganando terreno, tanto entre OSC como cooperantes: en 2021 se han sumado las organizaciones socias del Programa Juntos por la Transparencia (@ProgramaJxT,), apoyado por USAID, para definir e implementar la ruta de su fortalecimiento interno. En Uruguay se iniciaron diálogos con representantes del gobierno nacional y gobiernos locales, organismos internacionales, academia y sector empresarial: varias opiniones coinciden en que el Estándar Global puede ser una herramienta de referencia para estos sectores en su trabajo con organizaciones de la sociedad civil, complementar sus propios mecanismos, y demostrar garantía y solvencia. Incluso escuchamos que tal vez un día se podría pensar en un escenario de elaboración de estándares comunes para los acuerdos de trabajo entre la sociedad civil y el estado.
Las conversaciones con distintos interlocutores nos han dado pistas de trabajo para el próximo año y nos refuerzan en la convicción de que la retroalimentación es un principio de carácter continuo e irrevocable.